La mujer elefante

Considero estrictamente necesario hablar de temas navideños, por las fechas en las que estamos, y por que oficialmente hoy ha entrado el invierno, bienvenido seas, no te olvides de traer algún virus más que tu amigo el otoño solamente me ha dejado con minusvalías pulmonares del 33%...gracias.
Pues sí, para mi el invierno y la Navidad, que bonita fecha, es sinónimo de documental de animales, y nos preguntamos todos muy acertadamente, por que?, pues por que sí, y por que lo digo yo que estoy en posesión de la verdad absoluta, y además de eso, es por que me convierto en la mujer elefante, por varios motivos y uno en particular.
Quizá podríamos caer en el típico tópico de: " como tantisimo que engordo y me pongo como una elefante hembra embarazada", pero no, no es ese el motivo, a pesar de que sí, como con ansiedad búlimica y como si el paté y los quesos fueran a extiguirse. El verdadereo motivo es que o bien en Nochebuena o bien en Año Nuevo soy víctima de una enfermedad respiratoria, casi, casi, siempre rozando la bronquitis.
En Navidad todos cantan villancicos, rien con sus amigos brindando por el año nuevo, y yo, pues yo barrito, si barrito como los elefantes africanos, creo mi propia lengua navideña de comunicación.
Mi encantador aspecto angelical desaparece cuando toso ligeramente emitiendo un sonido profundo desde mis entrañas similar al de un buque atracando en puerto, las frases se entrecortan ante el ahogo producido por la irritación de la traquea por lo que solo puedo tartamudear a la vez que barrito. Hay momento en los que solo susurro para evitar la tos improductiva ( como bien indican los jarabes) y otras veces gesticulo para no toser.
Pero es inevitable, este año me toca Nochebuena y llevo tres dias barritando en el trabajo, a ver si me queda bonito el tamborilero a ritmos africanos.