Disquettes

Que pasaría, si llegarás al trabajo y encontraras un disquette, y si dentro de ese disquete hubiera este tipo de documentos que cualquier persona puede usar para pasar largo momentos íntimos en su habitación, o con amigos, o con lo que ellos quieran.
Que pasaría si ese disquette no fuera tuyo, pero estuviera en tu propio cajón, y al analizar la letra descubrieras que no es que no estuyo ni de quien tú pensabas que era, sino de aquella otra persona a la que jamás en la vida hubieras querido imaginar viendo ese tipo de documentos en un ordenador.
Que pasaría si después de haber visto esos documentos tú, oh dios mío!, en el ordenador del trabajo, oh dios mío!, hablaras con la persona a la que tú crees que pertenecen y solamente puedes imaginartela en el momento en el que está viendo esos documentos.

Que pasaría... eh?, que crees que pasaría...



La verdad, no se que ves de malo en hacer sudokus en el ordenador...

HIP

-Yiiiijaaaaa.
-Uy... perdón, me ha dado hipo.
-Yijaaaaaaa.
- Si es que llevamos una rachita, que no nos recuperamos.
-Yiiiijaaaaa.
-Tendré que aguantar el aire, a ver si acabo con esto.
-No se que me pasa, por que entre Johnny Cash, y sus versiones countries de Depeche Mode...
- Yijaaaa... Perdón.
- Los Two Many djs versionando a Dolly Parton.
- Y Brokeback Mountain... estoy un poco empachada.
- Yija.
- Parece que se me está pasando.
- Yiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiijjjjjjjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

It´s raining man

Trabajo en Cuzco, en un sexto piso, en una oficina enmoquetada de verde botella y paredes de madera oscura, esto es sinónimo de aislamiento de la vida cotidiana, pero ayer algo se cocía en el exterior, en el más allá, en el más allá de la ventana, en la calle.
Sonaban trompetas, que no taladros de las obras, los coches pitaban armónicamente, que no por los atascos, oh, que será, que será... ( decía Ana Belen, por favor no cantes más la Puerta de Alcalá).
Bajé a la calle al término de mi jornada laboral y cual fue mi sorpresa, manadas y manadas de hombres...¿alguién ahí arriba había oído mis plegarias?, hombres de todos los tamaños, razas y edades iban y venían, llevaban bufandas, hacía mucho frío, pero llevaban todos bufandas, ¿que raro?, ¿por que llevan trompetas... se anuncian?, ¿es su manera de cortejarme?, ¿son demasiados? como nos apañaremos?, tengo que elegir?.
Pensé que la mejor manera era hacer un concurso de méritos por que ya que habían venido todos a verme, hasta policías había, claro eran demasiado bullicio incontrolado, igual algún policia quería participar también, me alegré de ver que la concentración mental funciona tan bien. Mañana pensaré en coches y apartamentos a ver que pasa...

"Encuentro de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Arsenal el martes 21 de febrero a partir de las 20.45 horas en el Santiago Bernabeu".

TIMBA

Tal y como le he comentado hoy a una amiga, he decidido entrenar en el juego, sí, en el juego, vicios varios, timbas, competiciones, por que como dice el conocido refrán afortunado el juego, desafortunado en amores, oye y ya puestos pues que por lo menos una de las dos sea verdad.
Por todo ello, fui admitida en una timba de hombres el pasado sábado, me costó un poco econtrar el lugar por que no sueltan prenda facilmente los organizadores, o a ver si os pensáis que para ir a una pelea de gallos compras las entradas en el ticktackticket y luego en la FNAC pasas por la sección de peleas censuradas, y un freaky de coleta con una cresta de pollo te da tus entradas y tu boleto de apuestas.

Para variar la lluvia acompañaba, y por aquello de quedar bien y hacerme la dura lleve unas botellas de alcohol del fuerte, la debilidad se huele, pero si hueles a bodega se disimula más y cada uno tiene su plan y emborrachuzarlos era el mío.

Cuando llegué, y me costó, por aquellas calles angostas, entre subidas y bajadas, tuve que subir mil escaleras y en la trastienda de un palomar se encontraba el anfitrión, sereno, aparentemente amable, y con media sonrisa en la boca-Contraseña?-me dijo.
No estaba muy segura, los nervios se apoderaron de mi...-"Si vas para Albacete, no pares en Alpedrete!". Bien! me admitió, me indicó mi lugar y esperamos a que llegaran los otros dos. Las timbas son de cuatro o al menos ese día lo era.
LLegaban tarde y yo me impacientaba, nos bebimos unas copas y sonó el timbre, -está todo listo- oí de lejos- sí, ha llegado la nueva- susurraron.
Uno de ellos era el jefe de todos, el que ponía las normas, era alto y moreno de pelo rizado y algunos le llamaban "el cura", el otro chico tenía un apellido raro, no llegué a enterarme bien.
Comenzamos la partida, ahí se jugaba de todo, hasta ovejas, que la vida está muy cara y no sabes cuando una oveja te va a salvar la vida. Ellos eran diestros y tenían materiales, te atacaban con piedras, y a veces con palos de madera. Yo me defendí como pude con granos de trigo. Pero al final ganaron, tuve que huir bajo la lluvia, aunque creo que me ha gustado, volveré y ganaré el dinero suficiente, me haré un nombre entre ellos, seré la madame del juego!

Régimen

Estaba sentada, en mi mesa de trabajo, delante del ordenador, contenta por que había conseguido enfundarme el vestido que me hizo la modista de mi pueblo cuando aún estudiaba la carrera, es el vestido medidor, si entras estás bien, si no cierra preocúpate.
Es negro, discreto y se cierra con una cremallera desde la parte baja de la espalda hasta la nuca.
Estaba charlando con mi amiga la artista por el messenguer en un momento de inopia laboral cuando de repente respiré hondo y ... ras! cremallera rota.
Ay! díos mío! que hago, menos mal que no estaba el jefe, yerno del lider supremo y solo estaba él, mi compi-jefe y gran amigo justo en perpendicular a mi.
No hay ningún problema en que yo diga, eh... m que se me cae el vestido, por que lo he reventado! pero conforme lo pensaba, me ha dado muchisima vergüenza y me he quedado pegada a la silla como una muerta esperando a que se levantara, mientras se lo contaba a mi amiga, la cual se partía de la risa, y yo, entre la cremallera rota, el descolgamiento de vestido, la espalda rígida como Jessica Flecher y la vergüenza me ha dado una risa horrible. Al final he podido alcanzar mi rebeca e ir al baño..
Yo parecía Houdini, la cremallera se había abierto excepto por arríba, así que he intentado sacarme el vestido por la cabeza y se ha quedado como una camisa de fuerza, pero he conseguido sacar las manitas como pezuñas de cerdito y he tirado con fuerza del broche de la cremallera, y zas! me la he cargado y me he liberado de golpe de todo, ay! ahora que... me lo he vuelto a poner y menos mal que tiene un corchete en la nuca y se aguanta más o menos.
Y aqui estoy sentada nuevamente como si llevara una bata de hospital con la rebeca encima y muerta de la risa por que ahora como llevo el vestido suelto parezco una señora mayor de esas que se ponen camisiones anchos para estar frescas en verano...

Paseando a Miss Daisy

Me acababa de levantar del suelo de la plaza de San Andrés, cualquier domingo es bueno para convertirse en perriflaútico-design e ir a la latina a tomar el sol tirado en la placita bebiendo unas latas de cerveza. Lo malo es que el sol no dura mucho y te empiezas a congelar al contacto de la dura piedra en tus posaderas poco abrigadas de uy que calor! si ya es verano! me pongo chanclas...toma pulmonía el lunes.

Pues la cosa es que tampoco había bebido tanto, dos latas y un bocadillo de lomo y queso con pimientos, y en estas que me levanto para tirar las latas de la papelera que yo soy muy limpia y se me acerca una señora mayor, de unos 70 años, pelo liso y blanco, media melena, con diadema de nacar, parca negra, bastante delgada, y falda por debajo de la rodilla. Calzaba esos mocasines de señora negros, con un poco de cuña, que a ellas les viene muy bien por que sabes que ya con zapato plano y la osteoporosis se hacen polvo los huesos. No medía más de 1,50 y se encontraba pérdida y desorientada entre tanto zingüango de pantalón pirata, rasta y gorra tirado en el suelo. Se me acerca y claro, yo preocupada pensé- pobre señora, se ha pérdido y entre tanta multitud le está dando un mareo y está asustadísima-. Sí?... Pues no!!!!!
Agarrate, que coge y me dice:
-Oye mona, mirá no conocerás tú a Sarita?, sí la que trabajar en enjabonarte, en la calle mayor, es así rubia, es que sabes la estoy buscando, por que me han dicho sus compañeras de trabajo que iba a venir aquí a la plaza de San Andrés a hacer B-O-T-E-L-L-O-N ( relato textualmente) por su cumpleaños y claro pues quería felicitarla. Sí, sí seguro que sabes quien es, venía con todas sus amigas.-
Yo me quedé atónita, perpleja y dije a los 45 segundos de estar fijando la vista en esa pequeña persona, -pues mire no, pero si quiere la buscamos por aquí.- Y que voy a hacer dejar a la viejecita sola sedienta de botellon y de juventud...
Mis amigos me vieron alejarme con una abuela del brazo grupo por grupo oteando.
No la encontramos, y la señora me temo que se quedó sin fiesta, y a mi me solucionó el blog de hoy que ya van costando eh! ya va costando.... ay! que no somos ninguna Elvira Lindo.

Doña Limpia

Yo soy una chica de mundo, de vez en cuando me hago mis viajes, a veces sola, a veces acompañada, y me pasan las típicas cosas que le pasan a cualquier persona que viaja en al actualidad, pierdo aviones, hago amigos "freakyplanets", es decir, son una chica "moscopolita", de mi tiempo, como Farala, como la chica "gimansia rítmica" de la leche desnatada "Pascual". Pero en el fondo, fondo, y los que me conocéis lo sabéis, lo que verdaderamente soy es una auténtica maruja y ha llegado el momento de gritarlo a los cuatro vientos.
Me gusta pasarle el amoníaco a los azulejos de la cocina.
Me gusta ordenar los armarios de la comida.
Me gusta sacudir, sacudir lo que más.
Orear, me flipa orear...
Doblar la ropa cuando se transforma en Montaña como la Montaña Basura de los Fragels, y sí, lo disfruto, y creo que no soy la única, por que lo ocultaís?, la limpieza es el bien, el ajax en polvo de toda la vida es mucho mejor que Don Limpio, los cristales se limpian mejor con papel de períodico, el agua y amoníaco lo limpian todo, pero todo, todo, y sí, a la ropa mucho mejor echarle suavizante.
No os ocultéis queridos limpios, seguidores del brillo, apasionados de la lejía, no mola más ser sucio y despreocupado, lo que mola es poner lavadoras!!!!.
Y yo ayer puse tres y hoy estoy que me salgo...!

Zapatos de Rubies

En la granja en la que vivo habían puesto carteles de que iban a asfaltar con baldosas "easy naranajas" el camino a LOND-OZ, y yo, que no me lo pienso dos veces me preparé la maleta y me decidí a seguirlo por que tengo a unos amigos que viven allí. Totó no quiso venir por que nuestra vecina lassie estaba juguetona y aprovechó mi ausencia y se quedó el granero para el sólo, piensa que no me doy cuenta, pero monta unas fiestas que tiene que venir el sheriff y a punto han estado de llevarselo a la perrera.
Tarde muy poquito tiempo en llegar y por el camino me encontré a unos señores que parecían los cajeros del día con unos uniformes feísimos que me ofrecían bocadillos muy caros y no paraban de decirme cosas rarisimas como que levantara mi asiento y me apretara el cinturón,( con lo prieto que llevo yo siempre mi corpiño). Una vez allí, habían asfaltado por la izquierda y entre eso y el sueño que llevaba por las amapolas que me encontré, me hice un poco de lío para encontrar la casa de mi antigüa compañera de granja que se había casado con un lugareño, pero al final un hombre con un turbante me llevó en su carruaje negro justo a la puerta de su cabaña.

Todo fue maravilloso, aunque tuve algunos problemas con los carruajes de hojalata que atraviesan la ciudad, por que no tienen bien indicado, no, no lo tienen, su propio camino de baldosas naranjas, y por poco no me quedo dando vueltas como una loca toda la mañana.
Después de todo mereció la pena, por que me compré un nueve corpiño y enaguas muy bonitas, un sombrero para pasear por el campo y un paraguas con puño de pato para el festival del centeno que es más o menos cuando el FIB.

El problema fue cuando quise regresar a casa y fui a Pluton que es justo cuando empieza el camino de baldosas "easy naranja" por la izquierda y me dijeron que es que no podía ir por que no llevaba mis zapatos de rubiés.

Mierda! se los había dejado a la Bruja de mi amiga para que fuese de compras a Nueva York, así que tuve que volver a Oxford Street a comprarme otros nuevos y ya de paso mucho más bonitos de PUCCHI. me los puse... toc, toc, toc...no hay nada como estar en casa...toc, toc, toc...no hay nada como estar en casa....

SIETE

Está siendo una de esas semanas de calma y tranquilidad absoluta, una de esas semanas en las que todos tus compañeros sonríen, e incluso tus jefes ríen tus gracias, es una de esas semanas en las que podrías dejar el traje de chaqueta colgado en el armario y enfudarte en un maravilloso y cómodo traje de campesina americana de Idaho, preparádose para construir el nuevo granero de Little Joe.
Una de esas semanas en las que podrías dedicar tus horas libres a hacer tarjetas personalizadas con ingeniosas frases célebres para regalar a tu compañeros de trabajo.
Podríamos incluso bajar a tomarnos un café a mitad de mañana y conversar sobre apasionantes viajes al lejano oriente.
Podríamos volvernos locos, y no trabajar por la tarde e irnos a la Sierra a admirar las montañas nevadas y a respirar el aire puro.
Y cuando llegaran las siete de la tarde podríamos irnos a nuestras casas... aggghh, pdfffff, sufro un atragantamiento, he mencionado la palabra prohibida... SIETE, ese número no existe de las seis pasamos a las nueve.

Uff! menos mal pensé que perdíamos la tranquilidad de la semana solamente por la tontería de querer salir a las siete...