20.2.06

TIMBA

Tal y como le he comentado hoy a una amiga, he decidido entrenar en el juego, sí, en el juego, vicios varios, timbas, competiciones, por que como dice el conocido refrán afortunado el juego, desafortunado en amores, oye y ya puestos pues que por lo menos una de las dos sea verdad.
Por todo ello, fui admitida en una timba de hombres el pasado sábado, me costó un poco econtrar el lugar por que no sueltan prenda facilmente los organizadores, o a ver si os pensáis que para ir a una pelea de gallos compras las entradas en el ticktackticket y luego en la FNAC pasas por la sección de peleas censuradas, y un freaky de coleta con una cresta de pollo te da tus entradas y tu boleto de apuestas.

Para variar la lluvia acompañaba, y por aquello de quedar bien y hacerme la dura lleve unas botellas de alcohol del fuerte, la debilidad se huele, pero si hueles a bodega se disimula más y cada uno tiene su plan y emborrachuzarlos era el mío.

Cuando llegué, y me costó, por aquellas calles angostas, entre subidas y bajadas, tuve que subir mil escaleras y en la trastienda de un palomar se encontraba el anfitrión, sereno, aparentemente amable, y con media sonrisa en la boca-Contraseña?-me dijo.
No estaba muy segura, los nervios se apoderaron de mi...-"Si vas para Albacete, no pares en Alpedrete!". Bien! me admitió, me indicó mi lugar y esperamos a que llegaran los otros dos. Las timbas son de cuatro o al menos ese día lo era.
LLegaban tarde y yo me impacientaba, nos bebimos unas copas y sonó el timbre, -está todo listo- oí de lejos- sí, ha llegado la nueva- susurraron.
Uno de ellos era el jefe de todos, el que ponía las normas, era alto y moreno de pelo rizado y algunos le llamaban "el cura", el otro chico tenía un apellido raro, no llegué a enterarme bien.
Comenzamos la partida, ahí se jugaba de todo, hasta ovejas, que la vida está muy cara y no sabes cuando una oveja te va a salvar la vida. Ellos eran diestros y tenían materiales, te atacaban con piedras, y a veces con palos de madera. Yo me defendí como pude con granos de trigo. Pero al final ganaron, tuve que huir bajo la lluvia, aunque creo que me ha gustado, volveré y ganaré el dinero suficiente, me haré un nombre entre ellos, seré la madame del juego!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

no tienes derecho a hablar de las timbas, te vas a enterarte!!

Anónimo dijo...

Hum, muy interesante, tengo un
amigo que desde hace un tiempo juega a la ruleta, pero por internet, esto que plantea usted es mucho más emocionante, sin duda tiene muchísimo más mérito...
WILLARD.
p.d.: en mi ciudad existe la leyenda de un hombre conocido por todo el mundo, ya que regenta un céntrico bar, que dicen llegó a jugarse el bar e incluso la mujer a las cartas.

lidia dijo...

Jare los bares jamas se juegan. Creo que he cavado mi propia tumba, mahoma y ahora esto me quedan dos telediarios

Anónimo dijo...

diossssssssssss lili!!!

vamonos al casino a jugarnoslo todo!!!!

besos

ospi

Anónimo dijo...

mierda, ya os dije que era mala idea que viniese. lo ha jodido todo...
chicas en las timbas, jesús, maría y josé.