7.2.06

Zapatos de Rubies

En la granja en la que vivo habían puesto carteles de que iban a asfaltar con baldosas "easy naranajas" el camino a LOND-OZ, y yo, que no me lo pienso dos veces me preparé la maleta y me decidí a seguirlo por que tengo a unos amigos que viven allí. Totó no quiso venir por que nuestra vecina lassie estaba juguetona y aprovechó mi ausencia y se quedó el granero para el sólo, piensa que no me doy cuenta, pero monta unas fiestas que tiene que venir el sheriff y a punto han estado de llevarselo a la perrera.
Tarde muy poquito tiempo en llegar y por el camino me encontré a unos señores que parecían los cajeros del día con unos uniformes feísimos que me ofrecían bocadillos muy caros y no paraban de decirme cosas rarisimas como que levantara mi asiento y me apretara el cinturón,( con lo prieto que llevo yo siempre mi corpiño). Una vez allí, habían asfaltado por la izquierda y entre eso y el sueño que llevaba por las amapolas que me encontré, me hice un poco de lío para encontrar la casa de mi antigüa compañera de granja que se había casado con un lugareño, pero al final un hombre con un turbante me llevó en su carruaje negro justo a la puerta de su cabaña.

Todo fue maravilloso, aunque tuve algunos problemas con los carruajes de hojalata que atraviesan la ciudad, por que no tienen bien indicado, no, no lo tienen, su propio camino de baldosas naranjas, y por poco no me quedo dando vueltas como una loca toda la mañana.
Después de todo mereció la pena, por que me compré un nueve corpiño y enaguas muy bonitas, un sombrero para pasear por el campo y un paraguas con puño de pato para el festival del centeno que es más o menos cuando el FIB.

El problema fue cuando quise regresar a casa y fui a Pluton que es justo cuando empieza el camino de baldosas "easy naranja" por la izquierda y me dijeron que es que no podía ir por que no llevaba mis zapatos de rubiés.

Mierda! se los había dejado a la Bruja de mi amiga para que fuese de compras a Nueva York, así que tuve que volver a Oxford Street a comprarme otros nuevos y ya de paso mucho más bonitos de PUCCHI. me los puse... toc, toc, toc...no hay nada como estar en casa...toc, toc, toc...no hay nada como estar en casa....

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy surrealistas fueron sus aventuras en los USA...
Me la imagino con ésas pintas bucólicas de campesina...
Cuándo estuve allí me llamó la atención que muchas mujeres tenían un sano aspecto de campesina, algo llenitas, con sus melenas rectas de tonos rubios y rojizos, pieles blancas y mofletes colorados, las que pretendían ser sexys llevaban shorts vaqueros, botas de cow-boy y sombrero, pero no alcanzaban a ser ni la mitad de atractivas que las españolas. Parte del fracaso tal vez se deba a la profundidad de la mirada de mis compatriotas, con megras pestañas que ellas no conseguían ni con un Kg. de "rimmel".
WILLARD.

lidia dijo...

Oigame caballero, que yo he estado en LOND-OZ en cualquier caso su descripción de la belleza anglosajona es cristalina.

Annushka dijo...

En Lond-oz se tiene que esta muy bien en esta epoca del año... y en todas.Bienvenida a casa!!!Es verdad, no hay nada como estar en casa...

Anónimo dijo...

Bien, supongo que uds. dos se conocen y comparten un imaginario común que yo no alcanzo a comprender, a pesar de ello me motiva leerlas y me sugiere otras cosas relacionadas con mi mundo interior, o quizás será que yo me tomo las cosas demasiado en serio y uds. sólo pretenden un divertimento...
WILLARD.
p.d.: en todo caso seguiré fiel a sus blogs.