11.1.06

Let the river run

Todo ocurrió ayer, a primera hora de la mañana. Terminé de ducharme y de lavarme la cabeza, y procedí al secado de pelo.

Mi pelo es un ente con personalidad propia, lo que los profesionales llaman moldeable, de ahí que pueda llevar distintos peinados dependiendo del grado de humedad del ambiente, la tolerancia de la crema suavizante, la potencia del secador, el cepillo utilizado, etc.
Es una hecho que he asumido por que gracias a los peluqueros de Marco Aldani, gracias otra vez, gracias, suelo controlarlo con un corte moderno y desenfadado.

Pero el momento temido llegó ayer, cuando me vi yo muy mona con el flequillo retirado de la frente, como le gusta a mi abuela, a lo Veronica Lane. Me dí con el secador sintiendome como en un anuncio de Fa, y cuando me miré al espejo después de la performance, allí estaba Joan Cusack mirando desde el otro lado del cristal, sonriendome, con su flequillo cardado de secretaria en "Armas de Mujer".
Intenté aplastarlo todo lo rápido que pude, pero el período para moldearlo se había agotado, y yo había quedado con una moña de varios centímetros, ligeramente ladeada y con forma de Arco del Triunfo.

Sufrí una transformación e inconscientemente me calcé las deportivas y el traje de chaqueta y me fui directa a las torres Kio, subí a la última plante y busque a Tess, mi amiga, pero no estaba... era todo irreal, menos el flequillo eso ha sido real hasta hoy.

1 comentario:

Mariam shall die dijo...

por dios, juanpor, por dios hágame caso. Por dios!