25.1.06

Margarita y ACDC III

Margarita había pasado muchas noches pensando, se encontraba triste y abatida, sentía que algo en su interior estaba cambiando, quería averigüar el motivo de su tristeza y puso como hacía siempre "Nothing else Matters" de Metallica, era la canción que su madre le cantaba de pequeña para que se durmiera.
En realidad no le gustaba escucharla pero era un acto de inercia, ella sabía cual era el problema, no quería ser heavy, sí, le gustaban algunas canciones, pero a ella verdaderamente le gustaba Gloria Stefan y de hecho llevaba unas semanas escuchando en secreto " Quiero mi cuba libre" en el mp3, le encantaba esa canción y además le recordaba a Ernest y a sus bailes.
Ultimamente también aprovechaba que los lunes sus padres hacían un programa de radio en Onda Leganés por las noches, para ver "Mira quien Baila" y aprender algunos pasos.
Lo tenía decidido, al día siguiente se levantaría y se lo contaría a sus padres, no podía aguantar más, quería dejar de vestir de negro y de ir a conciertos del Mago de Oz...quería BAILAR SALSA.

Fue una mañana dura, se levantó sudando y no pudo comer ni media tostada mientras veía a su madre corriendo por la cocina con el uniforme del trabajo, y Chescho se afeitaba, en el aseo que hay en el pasillo. Era el momento:
- Mamá, Papá, os tengo que decir algo-
-Margarita tiene que ser en este preciso momento, mira que...-
-MAMA ME GUSTA LA SALSA, Y NO QUIERO SER HEAVY MÁS!-

En realidad fue un sofoco que duro poco más de un día, Pilar no pudo ir a trabajar y Chesco se hizo algunos cortes en las mejillas. Margarita estaba liberada, y lo primero que hizo fue comprarse unos vaqueros y un abrigo plumas fucsia en Berhska, le preocupaba que sus padres no lo aceptaran pero era su vida y no estaba dispuesta a sacrificarse más.

Después de un tiempo todo volvió a la normalidad, Chesco recibió toda la colección de muñecos de la "Novia Cadaver", a Pilar la hicieron encargada de la sección de Discos y Merchandising y Margarita se apuntó a Batuka con Ernest.

FIN.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena tu historia, con final feliz incluído, por más que nos pese a los trasnochados heavys. Siempre nos quedará la esperanza de que los hijos de los pijos de nuestra generación se vuelvan seguidores de lo metal.
WILLARD.
p.d.: larga vida al heavy-metal!

lidia dijo...

ay si tu supieras, Dallas y Santa Barbara me vuelven loca, alguiennn duerme en casaaaa de alguiennnnn....

lidia dijo...

Willard, gracias... en realidad ese es el objetivo de la historia salvar a los pequeños pijos...

Mariam shall die dijo...

es usted una maestra de los happy endings; una corín tellado de la contracultura

Anónimo dijo...

PARA QUE LUEGO DIGAS QUE NO LOS LEO. MOLIS.

lidia dijo...

MOLISSSS ES MI HERMANAAAAA MOLISSSS ES MI HERMANAAAAAA AY QUE ILUSIÓN, QUIERO VOLVER A SER HEAVY!!!!!